Patricia García-Rojo contó en el Celsius 232 que la idea de estos libros se la dio un sueño. Menudo sueño debió de ser para que saliera esta trilogía de fantasía juvenil con acción, amistad, dolor, amor…
¿De qué va la trilogía de los Alfas?
La trilogía consta de tres libros (ya descubrí la pólvora): El asesino de alfas, La cámara del monarca y El duelo de sucesión, en los que la autora nos presenta una raza que vive infiltrada entre los humanos: los perceptores.
Los perceptores tienen uno de los cinco sentidos desarrollados al máximo. Los Alfas, sin embargo, son perceptores que disfrutan del control total de sus percepciones y se mueven en el mundo de los humanos, manipulándolos a su antojo.
Cada Alfa recluta a perceptores más débiles para formar grupos familiares, que actúan como clanes. Pero hay perceptores que se han criado fuera de estos clanes cerrados, que son libres. Como Kate, la prota.
Desgraciadamente, a los Alfas eso de que haya gente libre no les mola y Kate es reclamada —en un descuido— por un Alfa potente: Oliver, y tendrá que integrarse contra su voluntad en la familia Galán.
Cosas que me han gustado mucho de la trilogía de los Alfas
Primero, por supuesto, cómo está escrito.
Patricia escribe como los ángeles. Y no soy la única que lo piensa. El asesino de alfas, el primer tomo de la saga, fue finalista del premio Gran Angular 2020 y ganador del Kelvin 505 de 2021. La trilogía está escrita con un ritmo muy ágil, en capítulos cortos, lo que hace que sean verdaderos vuelve-páginas.
Luego, el personaje de Kate…
(aunque a veces le daría un par de tortas, sobre todo al principio). O mejor dicho, los personajes. Mención aparte, Cástor Alonso. Los arcos de los secundarios forman un maravilloso pasillo por el que desfila Kate. La protagonista encarna la idea de ser libre, de defender la libertad como valor principal frente a los encorsetamientos de la sociedad. ¿Qué es más importante: ser tú o encajar?
Tercero, que es una historia de fantasía urbana ambientada en España,
en Málaga y en Madrid, con escenarios que conozco y que me hacen sentir mucho más envuelta en la historia por ello. Fantasía urbana bien construída en el que cada pieza va encajando en su sitio con elegancia hasta llegar a un final apoteósico.
¡Qué final! Conforme avanzas en la lectura de la trilogía, Kate va madurando en un arco de personaje perfecto y las cosas se complican cada vez más con nuevas intrigas. Los secundarios del primer libro empiezan a tomar protagonismo y hay giros inesperados (y otros muy esperados, que no me cogieron por sorpresa…).
La edición de SM, además, es una verdadera chulada,
con árbol genealógico incluido para que no nos perdamos.
Aunque la trilogía está cerrada, Patricia adelantó en el Celsius que en su cabeza los Alfas son nueve libros, así que no descartemos que volvamos a oír hablar de ellos en el futuro.