Tanto en este blog como en mi podcast y en el canal he dicho muchas veces que «Dejádselo a Psmith» de Wodehouse era mi antidepresivo literario. Un libro que cada vez que lo leo me arranca la carcajada y me hace sentir mejor. Y es que los libros pueden ser un buen remedio contra los malos humores. Esa es la premisa con la que arranca La pequeña farmacia literaria de Elena Molini.
Después de todo, los libros son sentimientos que todos hemos vivido —y en algún momento sufrido— y leerlos puede consolarnos. El amor no correspondido, la infidelidad, la muerte de un ser querido, el abandono… ¿qué pasaría si tuviéramos un libro que fuese como una tirita para nuestro corazón roto?
Una librería contra los malos sentimientos
Resulta que en Italia, en Florencia para ser más concretos, hay una librería que se basa en este principio. Los libros tienen un prospecto, como los de los fármacos, para que sepas cuál escoger según tu estado de ánimo. Se llama «La pequeña farmacia literaria». Y es una librería de verdad. Existe.
Elena Molini, la librera, ha clasificado sus libros por cincuenta emociones que van desde el amor no correspondido, a la autoestima, la felicidad, el estrés, los cambios vitales o la ansiedad. Su lema es «Soluciones literarias para problemas reales».
Ella sostiene haber leído todos los libros de su librería. Una vez leídos, identifica las emociones que contiene y consulta con su hermana, que es psicóloga, en qué categoría es más adecuado incluirlo.
Pero yo me he enterado de que esa librería es real después de leer la novela de la librera, por recomendación de Raquel (La pecera de Raquel)
«La pequeña farmacia literaria» es una novela que narra el inicio de esta librería ficcionado —en la novela, la protagonista se llama Blu— y en la que sostiene que la literatura puede curar heridas del alma.
«La literatura puede ser útil porque en los libros encontramos situaciones que vivimos en la vida real y para las que no conseguimos encontrar solución. Así, podemos aprovechar la lectura para encontrar posibles soluciones que no habíamos considerado. En definitiva, la lectura nos da herramientas para analizar una situación cotidiana desde otra perspectiva», asegura Molini.
La sinopsis de «La pequeña farmacia literaria» dice así:
Blu Rocchini vive en Florencia, en un piso compartido con otras tres jóvenes. Su sueño siempre ha sido trabajar en el mundo de los libros. Tras probar suerte en una editorial especializada y después en una gran cadena de librerías, toma una decisión: abrir su propia librería. Pero la vida no es fácil para una librera independiente, hasta que Blu tiene una idea: transformar los libros en «fármacos», con sus indicaciones terapéuticas y su posología, para sanar el alma de las personas. Nace así «La pequeña farmacia literaria», que no tarda en cosechar un enorme éxito. Pero no todo está resuelto para Blu, que pronto descubrirá que cumplir un sueño puede ser solo el principio de la historia.
«La pequeña farmacia literaria» llegará también pronto a las pantallas. Elena ya está escribiendo su segunda novela.
¿Qué me ha parecido el libro?
Es un libro entretenido, amable, con un toque feelgood, cuya premisa no me parece del todo descabellada. Ya os dije aquí que en algún momento yo misma busqué ese refugio en los libros. Es de esos libros que te dejan con la sonrisa en los labios y el corazón calentito.
Es un libro sobre libros que hará las delicias de los megalectores porque se hace referencia a títulos muy conocidos en diferentes temáticas, como El amor en los tiempos del cólera, Emma, Miss Marple y los trece problemas o el It de Stephen King, entre otros.