Dentro de la Fantasía, no soy demasiado de Fantasía épica. Me gustó “El señor de los anillos”, pero para mi gusto le sobraba un tomo entero de batalla. Me da una pereza enorme leerme “Canción de hielo y fuego”, primero porque sé que me voy a enganchar a la prosa de George R.R. Martin porque ya he leído otras cosas suyas (como, por ejemplo, “Los viajes de Tuf”) y porque no hay cosa que me fastidie más que empezar una saga cuyo final aún no está escrito. Es por eso por lo que todavía no me he leído “El temor de un hombre sabio”, a pesar de que “El nombre del viento” ha sido uno de los mejores libros de Fantasía que he leído nunca.
Dispuesta a cubrir mi déficit en fantasía épica, hace un año escogí un libro por una reseña en internet. El libro, en cuestión, se llamaba “Mi alma por mi rey” y estaba escrito por una mujer: Virginia Pérez de la Puente. Puedes leer la reseña aquí, pero ya te digo que me alucinó cómo escribía. La primera vez que leí un libro de Virginia pensé: “¡Es increíble que Abercrombie sea superventas y esta mujer, no!”. No es que Virginia no venda, que sí que lo hace, pero es que es tan buena escritora que el Corte Inglés debería ser suyo. No sé si me explico.