
Hace unos días en el grupo del escritor emprendedor una compañera ponía este vídeo y preguntaba qué hacer: asegurar un trabajo nutricional o tirar de sus ahorros para intentar ser escritora profesional. Le dejé un comentario explicando mi postura, pero creo que este tema se merece un post. Y aunque tal vez el Fogón no sea el sitio más apropiado para escribirlo, es mi blog de autora, así que también es donde puedo escribir lo que pienso de determinados temas.
En general, tanto lectores como escritores noveles tienen una idea bastante poco realista de lo que es el trabajo de un escritor y sobre todo de lo que gana un escritor por vender sus libros.
¿Cuánto gana un escritor tradicional?
Los escritores de un libro publicado por una editorial ganan un porcentaje del precio neto del libro (es decir, el precio sin impuestos) que normalmente es un 10%. En el caso del ebook, ese porcentaje puede incrementarse a un 20-30%.
Como dice este artículo de Guillermo Schavelzon, siempre tan atinado en lo que al mundo editorial tradicional se refiere, un escritor debería vender un total de 17000 ejemplares de libros cada año para tener un sueldo mensual de unos 2000 euros. Eso siempre que las liquidaciones lleguen a tiempo (porque el escritor es el último que cobra si hay crisis).
Son contados con los dedos de la mano los escritores que venden esa cifra en España. ¿Entonces de qué viven? Viven de la metaliteratura: artículos, presentaciones, conferencias, lecturas editoriales… cosas relacionadas indirectamente con la escritura de sus libros.
¿Qué ha cambiado internet?
Eso no es lo mismo en el escritor híbrido. Internet ha posibilitado que un escritor pueda combinar la autopublicación con la edición tradicional y aumentar de esa manera el porcentaje que ingresa por cada libro vendido, ya que se elimina a los intermediarios. Un autor autopublicado recibe un 70% del precio del libro una vez ha superado los gastos de corrección, maquetación y portada. Con lo que —dependiendo de la inversión— con unos 100-150 ejemplares de su libro vendidos empieza a percibir beneficios. Pero igualmente debe vender al menos unos 150 libros al mes para poder tener un sueldo medio.
Eso sí: conseguir vender esa cifra, sin tener a una editorial detrás que lo mueva en librerías, exige formarse en redes y en marketing online. Exige tener una audiencia de lectores. Y, sobre todo, exige que no tengas un único libro. Nadie vive de las ventas de una sola novela autopublicada sino del catálogo. Cada nuevo libro tira de los anteriores.
Entonces, ¿debo dejar mi trabajo para ser escritor?
Sí y no.
Empezamos por el no.
No debes dejar tu trabajo para ser escritor si:
- no tienes un catálogo de libros.
- ese catálogo de libros no lleva más de seis meses dándote un sueldo que pueda pagarte las facturas (luz, gas, agua, comida, esas cosas sin importancia).
- no tienes una audiencia de lectores ya construida: un blog que funcione, con más de 300 suscriptores en el blog y unas redes y un SEO trabajado que lleve gente a tu blog.
- no tienes un colchón para las «vacas flacas» (Enero, julio y agosto son desiertos en la cuenta corriente de un escritor).
Puedes dejar tu trabajo:
- si cumples con las condiciones anteriores y tienes siempre un plan B por si te sale mal (como poder volver a tu trabajo nutricional).
Pero tú lo hiciste…
Sí, yo lo hice. Pero, antes de dejarlo, me formé en marketing online, construí mi audiencia de lectores, me formé en escritura, y sobre todo me aseguré de que ingresaba una cantidad estable todos los meses.
Que sí, que eso de «persigue tu sueño» es muy bonito y muy emocionante, pero los sueños hay que perseguirlos con los ojos bien abiertos y con red de seguridad. Es la única manera de que se cumplan.
Siento la cucharada de realidad, chicos.