Cuestión de marketing

Papá suele morirse ahora dos veces al día. La primera vez que se murió fue un accidente, en realidad. Perdió la conciencia justo cuando pasaba el coche. Pero el éxito de su muerte fue tal que el jefe decidió que, a partir de ese momento, tendría que morirse en cada turno. 

La cola para la casa del miedo da, ahora, la vuelta a la manzana todos los días.

Si quieres recibir la novela gratuita «El amor es una epidemia», suscríbete aquí. Cada semana hablamos de libros en nuestro café.

Pin It on Pinterest