Hace unos días leí en Goodreads una discusión acerca de los clichés que menos les gustaban a los lectores de novela fantástica. Un cliché, para entendernos, es aquella situación que de tanto usarla ha perdido su originalidad. No tiene nada que ver con los arquetipos de la novela fantástica de los que hablábamos la semana pasada.
La novela fantástica es uno de los géneros literarios en los que los clichés abundan más. J.K. Rowling, de hecho, fue siempre muy criticada en el mundo de los eruditos literarios por la gran cantidad de clichés que se acumulan en Harry Potter. Pero está claro que a los lectores, si la historia que nos cuentan es buena, nos la traen al pairo los clichés.Ahora bien, como hace Abercrombie muy sabiamente, si vas a usar clichés lo que debes hacer es retorcerlos para que el lector se sorprenda.
Vamos a dar un repaso a los principales clichés de la novela fantástica y a cómo resolverlos.
1) El héroe huérfano: los padres del héroe son un coñazo. Que me lo digan a mí que estoy luchando con las opiniones y meteduras de los padres de mis protagonistas en “Las Tierras Oscuras”. Por eso, lo mejor es cargárselos de entrada. Es, simplemente, más cómodo. Batman, Harry Potter, Frodo…
¿Cómo resolverlo? Puedes ponerles padres después (como, por ejemplo, pasa en Percy Jackson).
2) La profecía hace que alguien sea el Elegido: y haga lo que haga el Elegido, ahí se queda para siempre porque la profecía se cumple.
¿Cómo resolverlo? Haz que las profecías se tuerzan, que la persona designada para ser el Elegido no lo sea. Que haga algo que rompa la profecía.
3) Hay un mago viejo que es el que enseña a los demás: Gandalf, Dumbledore…intenta evitar este cliché. Está demasiado usado en libros con mucho peso.
¿Cómo resolverlo? Si tiene que haber un mentor que sea alguien con un físico totalmente diferente. O, por qué no, otra raza. Como, por ejemplo, las Physii en “Leyendas de la Tierra Límite”.
4) El lord Oscuro que viste siempre de negro. O de rojo oscuro.
¿Cómo resolverlo? No, no te voy a decir que vistas de rosa al villano. Simplemente, encarna la figura del villano en alguien no esperable. Y dótalo de un lado humano, que el lector sepa por qué hace eso. George R.R.Martin es un genio retorciendo este cliché.
5) La gente buena es guapa, la gente mala es fea: Hasta los mismísimos de que la princesa rubia de los ojos azules sea la virtuosa.Y los malos sean morenos y deformes.
¿Cómo resolverlo? Esconde al malo detrás de una cara bonita.
6) Las mujeres florero: personajes femeninos que solo existen en la novela para que las salven o para poner en apuros al héroe. No tienen otra función. Las llaman las Mary Sue: un personaje idealizado y poco realista.
¿Cómo resolverlo? Mete a tu heroína en apuros de los que salga ella.
7) El amigo grande y torpe que solo está para ayudar: Chewbacca, Fezzic, Hagrid…la literatura fantástica está llena de estos clichés de más de cien kilos y casi dos metros de altura.
¿Cómo resolverlo? El héroe necesita aliados, pero no hace falta que sean XXL.
8) Las heridas irreales: Esto es algo que, como médico, me saca de quicio. Se cortan una pierna en medio de una batalla (¡una pierna con su femoral enterita, como Paquirri en medio del ruedo!) y siguen luchando.
¿Cómo resolverlo? Documenta tus escenas. Si haces heridas, pregunta a quién sepa del tema cómo evolucionaría esa herida en una situación normal. Da credibilidad a tu novela.
9) El objeto mágico que si lo tuviese el villano destruiría el mundo: o en otras palabras, un anillo para dominarlos a todos.
¿Cómo resolverlo? Pasa de objetos mágicos fundamentales o pasa de que el héroe tenga que protegerlos con su vida. O deja que el villano lo tenga. A ver qué pasa.
10) Elfos, enanos, hadas y dragones: son muy chulos, pero están muy vistos.
¿Cómo resolverlo? Puedes usarlos, pero salirte de los esquemas, como hace Concepción Perea en
“La Corte de los Espejos” o inventarte tus propias razas.
¿Conoces algún cliché más de las novelas de Fantasía?